Evaluación de desempeño

Cursando la segunda mitad de noviembre. Un año, se podría decir, difícil. Aclaro que esto no es un balance.

Este mes ha sido un mes de nuevos comienzos. De mirarme al espejo y preguntarme si estoy haciendo las cosas como quiero hacerlas.

Como conseguir energía? Como recuperar la buena onda, el animo?

Pienso nada mas en tomarme un largo descanso. Pienso nada mas en tomarme un café en alguna calle lejana. Una semana de reposo. Una semana de mimos. No hacer mas.

Y mas ansiedad tengo aún en estos momentos de preparación.

La dieta, el ejercicio, conseguir colonia, la terapia de mi hija, nuestros médicos, los arreglos de la casa, no morir intelectualmente en el trabajo.

Despertar y desperezarme. Sacarme de arriba el polvo. Cuanto esfuerzo!

Podría así sin mas delegar mis responsabilidades? Podría simplemente no suceder nada?

Podría como en un sueño conseguir esa aprobación que necesito, ese estimulo, esa mano en el hombro.

Con solo pedirlo… pero no hay tiempo.

No hay tiempo para nada. Estoy exhausta de correr. Quiero un tiempo 100 % propio!.

Quiero absorber ya todo lo que tenga que aprender, no aguanto mas las esperas.

Quiero charlar ahora lo que tengo que charlar…

Entregar el regalo que quiero dar!

A veces se complica la rutina diaria con cosas verdaderamente maléficas!. Y nos sentimos como un auto a fricción que quiere ir para delante pero siempre encuentra obstáculos. Tanto desperdicio de energía!

Esa es mi continua sensación, por mi terrible ansiedad, el castigo de adelantarme, de no conformarme, de querer todo ahora.